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- Al principio os sentiréis aturdidos. Es necesario algo de tiempo para entender lo que sucede y no actuar de forma impulsiva.
- Preguntad todo lo que necesitéis saber sobre la enfermedad y los tratamientos médicos, y no temais a repetir preguntas cuando algo no ha quedado claro.
- Expresad la tristeza. Es bueno llorar. Los niños desconfían más de los padres que intentan ocultarles sus verdaderos sentimientos. Pero evitad los extremos.
- Llorar de forma desconsolada interfiere en la confianza que vuestro hijo necesita.
- Los sentimientos de culpa son algo normal. Compartidlos con algún familiar o allegado.
- Tomad parte activa en el tratamiento médico de vuestro hijo, esto os hará sentiros mejor, más útiles.
- Intentad normalizar vuestra vida, vivid el presente y no descuides a vuestros hijos sanos. Tomaos un día libre cuando lo creais oportuno.
- Informaos sobre la enfermedad y su tratamiento y consultad al especialista. Internet ha favorecido la difusión de información respecto a la enfermedad, pero siempre es importante que la constrastéis con vuestro médico ya que un exceso de información puede saturar y hacer llegar a conclusiones incorrectas. Evitad hacer la misma pregunta a diferentes personas ya que encontraréis respuestas diferentes y esto puede provocar frustración
- No hay una sola forma de enfrentarse al cáncer, cada persona tiene sus destrezas y todas son válidas siempre que faciliten el tratamiento y la unión familiar.